Aunque no sea plato de buen gusto o se me pueda tachar de políticamente incorrecto, y me es indiferente en los dos casos, escribo un comentario a continuación que, a mi entender, explica un poco la conducta (mental) de algunos profesores en las escuelas de cocina. Si alguien me puede explicar qué razones pueden existir para un comportamiento así, si es por alguna rencilla de tipo personal o profesional, por favor, que me la haga saber.
Diferencia entre niños de 3 a 12 años con ganas de aprender en el taller de cocina de filloas y profesores de cocina en una escuela de FP desmotivados, desinteresados y hartos de desidia intelectual
Nos ofrecimos, la Asociación Filloas da Pedra de A Baña, para impartir gratuitamente un curso de filloas da pedra y otro de cociña na pedra en una de las dos escuelas profesionales de cocina de Santiago, un IES de Formación Profesional o como se diga, además de ofrecerles varios ejemplares de nuestro libro 50 recetas con filloas para los alumnos y la biblioteca. Lo propusimos a iniciativa de uno de nuestros maestros filloeiros y por sugerencia de varios empresarios de hostelería ya que las filloas da pedra y la cociña da pedra empiezan a interesar en el mundillo de la gastronomía gallega. Nosotros enseñaríamos a sus alumnos cómo se hacen las filloas en una piedra y cómo se cocinan después con algunos rellenos, y por otra parte cómo cocinar en una piedra huevos, carne, mariscos o pescados; ellos sólo tendrían que cedernos un aula de su centro y permitir su asistencia a los alumnos interesados. Pues no fue posible y no sé la razón, quedó todo en buenas palabras por su parte, lo típico de "ya te llamaremos la semana que viene que ahora estamos muy liados con los exámenes", "nos interesa mucho la idea", por este estilo. Resulta paradójico que los profesores que no impartían asignaturas de prácticas de cocina eran los únicos sinceramente interesados en que impartiésemos ese curso.
Ésta es la diferencia entre quien quiere aprender y conocer sus tradiciones o cualquier idea nueva y el profesor que sólo quiere cumplir un horario y pasa de reciclarse y adquirir nuevos conocimientos. Ésta es la diferencia entre interesarse en que tus alumnos sepan algo más que pelar patatas para que sean más profesionales y fabricar simple mano de obra barata para los empresarios de hostelería. Ésta es la diferencia entre el profesor lleno de ignorancia y con miedo a que sus alumnos sepan más (que él) cada día y el profesor que desea que sus alumnos aprendan todo lo posible y se superen.
Ya sé que no pasa nada porque unos alumnos de la escuela de cocina que pagamos todos los gallegos no sepan cocinar lo más tradiconal de su cocina, además de unas insignificantes y despreciables filloas da pedra, pero en cambio tienen una ligera idea de cocina internacional para cuando emigren después de obtener su título. Estoy seguro de que a los alumnos únicamente les interesa el título, ¡y yaaaa! Eso es pensar en el futuro, enhorabuena.
Dixit.
Otro caso curioso de una escuela de cocina gallega en la que se mezclan política y malas artes puede leerse en este enlace.
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Diferencia entre niños de 3 a 12 años con ganas de aprender en el taller de cocina de filloas y profesores de cocina en una escuela de FP desmotivados, desinteresados y hartos de desidia intelectual
Nos ofrecimos, la Asociación Filloas da Pedra de A Baña, para impartir gratuitamente un curso de filloas da pedra y otro de cociña na pedra en una de las dos escuelas profesionales de cocina de Santiago, un IES de Formación Profesional o como se diga, además de ofrecerles varios ejemplares de nuestro libro 50 recetas con filloas para los alumnos y la biblioteca. Lo propusimos a iniciativa de uno de nuestros maestros filloeiros y por sugerencia de varios empresarios de hostelería ya que las filloas da pedra y la cociña da pedra empiezan a interesar en el mundillo de la gastronomía gallega. Nosotros enseñaríamos a sus alumnos cómo se hacen las filloas en una piedra y cómo se cocinan después con algunos rellenos, y por otra parte cómo cocinar en una piedra huevos, carne, mariscos o pescados; ellos sólo tendrían que cedernos un aula de su centro y permitir su asistencia a los alumnos interesados. Pues no fue posible y no sé la razón, quedó todo en buenas palabras por su parte, lo típico de "ya te llamaremos la semana que viene que ahora estamos muy liados con los exámenes", "nos interesa mucho la idea", por este estilo. Resulta paradójico que los profesores que no impartían asignaturas de prácticas de cocina eran los únicos sinceramente interesados en que impartiésemos ese curso.
Ésta es la diferencia entre quien quiere aprender y conocer sus tradiciones o cualquier idea nueva y el profesor que sólo quiere cumplir un horario y pasa de reciclarse y adquirir nuevos conocimientos. Ésta es la diferencia entre interesarse en que tus alumnos sepan algo más que pelar patatas para que sean más profesionales y fabricar simple mano de obra barata para los empresarios de hostelería. Ésta es la diferencia entre el profesor lleno de ignorancia y con miedo a que sus alumnos sepan más (que él) cada día y el profesor que desea que sus alumnos aprendan todo lo posible y se superen.
Ya sé que no pasa nada porque unos alumnos de la escuela de cocina que pagamos todos los gallegos no sepan cocinar lo más tradiconal de su cocina, además de unas insignificantes y despreciables filloas da pedra, pero en cambio tienen una ligera idea de cocina internacional para cuando emigren después de obtener su título. Estoy seguro de que a los alumnos únicamente les interesa el título, ¡y yaaaa! Eso es pensar en el futuro, enhorabuena.
Dixit.
Otro caso curioso de una escuela de cocina gallega en la que se mezclan política y malas artes puede leerse en este enlace.
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